Nota: 8+
Mejor tema: Black Sabbath
Peor tema: Evil Woman
1)
Black Sabbath
2)
The Wizard
3)
Behind the Wall of Sleep
4)
N.I.B.
5)
Evil Woman
6)
Sleeping Village
7)
Warning
8)
Wicked World
Porque ya iba siendo hora de
meter a un grupo más conocido. Antes de empezar el resumen y la crítica,
permítanme masturbarme babearme un poco con la obra del grupo. Quienes
ya me conocen saben que Sabbath es mi banda de metal favorita. No solo por ser
los pioneros del estilo, sino también por haber sacado los mejores discos del
género. Empezaron más que bien con este debut y luego fueron mejorando su
sonido. Sacaron su mejor álbum como banda de hard rock luego de esta obra
(Paranoid), el cual no obstante no es su mejor disco (Sabotage lo es). A partir
de Vol. 4 empezaron a agregar arreglos más complejos y hasta progresivos, lo
que los hizo sacar su obra cumbre en el proceso. Ya con Technical Ecstasy
bajaron drásticamente de calidad, aunque seguía siendo un álbum medio decente.
El problema grave es Never Say Die, el primer disco realmente malo del grupo, y
el que provocó la salida definitiva de Ozzy de las filas de la banda. Fue
reemplazado por Dio, con quien sacaron esas dos joyitas que son Heaven and Hell
y The Mob Rules que, aunque no están a la altura de lo hecho con Ozzy, siguen
siendo fundamentales en la historia del metal. Con Dio también tuvieron
conflictos de índole personal y este se fue del grupo. Después vinieron veinte
millones de cantantes y otros veinte millones de discos de los cuales no hay
mucho por rescatar. Claro que todo lo que grabaron de Born Again en adelante no
es de Black Sabbath, sino de la carrera solista de Tony Iommi con el nombre de
Black Sabbath (la disquera lo obligó). Pero bue. Todo lo bueno debe terminar
alguna vez. Veámosle el lado positivo: Fueron relevantes durante doce o trece
años y sacaron ocho (sí, ocho. No seis ni cinco) discos infaltables en el
proceso, y eso no cualquier banda puede presumirlo. Si todo el mundo finge que
L.A. Woman es el último disco de The Doors, ¿por qué no podemos fingir nosotros
que The Mob Rules es el último disco de Black Sabbath? Sí, la banda sacó en
total diez discos de los cuales solo uno es verdaderamente malo y solo uno tira
a decente. Dejémoslo así
Bueno, ya dejándome de lisonjeo y
de negar la realidad, paso a contarles la historia del grupo. Se formó en
Birmingham (Inglaterra) en 1968. Tony Iommi y Bill Ward ya se conocían por
formar parte de un grupo llamado Mythology, pero esta se desbandó y decidieron
irse por su cuenta. Fue así que conocieron a Ozzy Osbourne, quien a su vez les
dio a conocer al bajista Geezer Butler. Ya con esta formación (más un tal Jimmy
Phillips como segundo guitarrista y Alan Clarke en el saxo. ¿Se imaginan a
Black Sabbath con instrumentos de viento? Tan solo escuchen Breakout del Never
Say Die. Terrible) se hicieron llamar “The Polka Tulka Blues Co.”. Tiempo más
tarde echaron a Phillips y a Clarke y se cambiaron el nombre a Earth (menos
mal. ¿Se imaginan que el Sabbath Bloody Sabbath se llame “Polka Tulka Bloody
Polka Tulka”? Terrible), con lo que empezaron a buscar un sonido hard blues
similar al de Cream. Hicieron algunas giras dentro y fuera de Inglaterra, tras
las cuales Iommi abandonó por un tiempo la banda para sumarse a Jethro Tull,
pero abandonó al poco tiempo al no tener demasiada voz ni demasiado voto sobre
la música del grupo, así que volvió a Earth antes de que lo reemplazaran. Tras
varias giras en el Reino Unido, se enteraron de que había otra banda llamada
Earth, así que decidieron cambiarse el nombre para evitarse problemas. Fue Geezer
quien trajo la idea del nombre “Black Sabbath”, en homenaje a una película de
terror de la época. Este cambio de nombre condicionó también el sonido que
quería lograr la banda. Ahora pretendían ser más oscuros, como una película de
terror. Su primera canción de este estilo fue, precisamente, la que abre su
debut. Quedaron conformes con el resultado, por lo que se pusieron a componer y
pulir más canciones con este sonido a fines de 1969. Llamaron la atención de
Phillips Records y firmaron para lanzar un single. Dicho single fue Evil Woman,
y les fue tan bien que tuvieron la oportunidad de grabar su disco. El que hoy
nos ocupa.
Bien, ¿Este disco es el inicio
del heavy metal como todos dicen? Bueno… podría decirse que en parte. Este es
más un disco de hard rock y blues que otra cosa (incluso un tema tiene
armónica). Todavía no hay algo que podamos relacionar directamente con
Metallica o Iron Maiden (por dar dos ejemplos rápidos). Lo único que se podría
considerar metalero es el tema titular y, si me apuran, NIB. Sin embargo, el
disco tiene una densidad que resume varios de los sonidos heavy metal. Es
decir, el disco no es metalero en composición (salvo los temas ya nombrados),
pero sí en la interpretación que hace el grupo de estas canciones. Nadie había
interpretado el blues y el hard rock como ellos. Ni siquiera Led Zeppelin. Está
justificada la influencia que tuvo y el hecho de que se lo considere el primer
disco de heavy metal, pese a todo.
Con respecto a la calidad, sus
cuatro primeros temas son realmente geniales y le dan una nota alta, pero su
segunda mitad, sin ser mala, es más inconsistente y le dan una nota más baja de
lo que me gustaría. De los clásicos del grupo (y con “clásicos” incluyo a los
dos primeros con Dio) es el que menos me gusta (junto con Mob Rules). Si es una
herejía poner a este trabajo por debajo de Heaven and Hell, considérenme a mí y
no a Ozzy como el Príncipe de las tinieblas. Esta inconsistencia se
solucionaría en posteriores trabajos.
Ya hablando de los temas, la
carrera del grupo arranca con unas campanas de iglesia y truenos, hasta que de
la nada entra un riff sencillísimo. Más que sencillo es básico. Son tres notas
estiradas que, más que estar tocando, parecería que están afinando la guitarra
o algo así, y el resultado es escalofriante. Ozzy suena bastante bajoneado, la
cual quizás no sería la actitud que uno tendría frente al mismísimo Lucifer,
pero todo cobra sentido cuando remata cada verso con un “Oh, nooooooo” o con un
“No, no, please God help me”. Ya para el tercer verso la música cambia. Se
vuelve más movida (pero no menos oscura) y nuestro cantante suena, ahora sí,
más exaltado. Me encanta el solo cargado de efectos y el falso final, que en
apenas dos segundos es reemplazado por el verdadero. Gran tema que no envejeció
en lo más mínimo. La siguiente canción es The Wizard, que me recuerda al estilo
que tendrían en la época de Dio. Esa armónica le da un aire de fantasía
mitológica a los riffs y a la batería, que suenan más apocalípticos y al fin
del mundo. La letra es pésima, pero la música hace que nos olvidemos de esa
nimiedad. En otras palabras, el tema también es genial. Behind the Wall of
Sleep tiene una atmósfera enrarecida, como saturada, que encaja con la letra
sobre la vida después de la muerte. Los diversos riffs con los que nos atacan
son de primera, pero mi favorito es el del medio, cuando Ozzy canta “Feel your
spirit rise with the priest/Feel your body falling to its knees/etc.”. Hablando
de la voz, me gusta el como la doblaron en dos pistas diferentes. Realmente ayuda
a darle ese ambiente de “despertar del otro lado”. Un breve solo de bajo une
este tema con N.I.B., el segundo mejor tema del disco. Su riff es famoso ya que
sus primeras notas (como todo el que revisó este disco hizo notar) son las
mismas que las de Sunshine of Your Love, de Cream. Claro que el parecido
termina ahí, pues el resto del riff es totalmente original, de una oscuridad y
maldad con la que dicho power trio no podría ni soñar. Y los solos ni se diga,
puro Sabbath en su mejor momento.
La segunda mitad (o Lado B, para
los del vinilo) no está a la altura, pero es siempre digna. Evil Woman es un
cover de una banda llamada Crow, y no está nada mal, pero ese estilo festivo y
tradicionalmente blusero no pega mucho con Sabbath. Tiene sentido que fuera grabada
un año antes, cuando el grupo todavía no estaba al tope de su forma. Sleeping
Village empieza arpegiada y oscura, casi terrorífica. Ozzy canta unas líneas
que suenan maléficas. Esta sección dura unos 50 segundos, y luego se vuelve un jam
rockero. Aunque no es propiamente heavy metal, puedo entender que por su
pesadez y densidad sea considerado como tal. Sus últimas notas están pegadas a
The Warning, el otro cover. Es de lo más blusero que hay por acá, pero vale la
pena escuchar el solo de Tony Iommi, que incluso por momentos parecería remitirse
a Wicked World (Ese arpegio que inicia cerca del octavo minuto) o presagiar War
Pigs (ese power chord que lanza después de dicho arpegio). Un poco largo, pero
muy buen tema. En algunas ediciones tenemos como bonus a Wicked World, que
repite el riff de Wild Child, de The Doors (solo que de manera más agresiva), y
que tiene un gran solo/arpegio de tintes psicodélicos en el medio. No es la octava
maravilla, pero está bien en general.
Siendo breve, este es un gran
disco de hard blues. Sí, hard blues. Como dije antes, esto todavía no es heavy
metal. Si bien el sonido es denso, esta música es bastante blusera y rockera de
alma. Esa maldad y oscuridad es mucho más superficial que en posteriores discos
de la banda (excepto por el primer tema, obvio). Puedo entender a quienes ven
los inicios de la música del diablo y las manos cornutas en este álbum, y hasta
cierto punto les doy la razón pero, en mi opinión, todavía no está del todo
desarrollado ese estilo oscuro que el grupo pretendía. Prefiero ver ese
nacimiento a partir de Paranoid o Master of Reality. Claro que estoy hablando
solamente del sonido, pues la calidad de estas canciones está a la altura del
talento del grupo, si bien todavía quedan cosas por pulir. Un debut algo verde,
pero con buen fruto.
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