miércoles, 2 de octubre de 2019

Black Sabbath - Black Sabbath



Nota: 8+
Mejor tema: Black Sabbath
Peor tema: Evil Woman

      1)      Black Sabbath
      2)      The Wizard
      3)      Behind the Wall of Sleep
      4)      N.I.B.
      5)      Evil Woman
      6)      Sleeping Village
      7)      Warning
      8)      Wicked World

Porque ya iba siendo hora de meter a un grupo más conocido. Antes de empezar el resumen y la crítica, permítanme masturbarme babearme un poco con la obra del grupo. Quienes ya me conocen saben que Sabbath es mi banda de metal favorita. No solo por ser los pioneros del estilo, sino también por haber sacado los mejores discos del género. Empezaron más que bien con este debut y luego fueron mejorando su sonido. Sacaron su mejor álbum como banda de hard rock luego de esta obra (Paranoid), el cual no obstante no es su mejor disco (Sabotage lo es). A partir de Vol. 4 empezaron a agregar arreglos más complejos y hasta progresivos, lo que los hizo sacar su obra cumbre en el proceso. Ya con Technical Ecstasy bajaron drásticamente de calidad, aunque seguía siendo un álbum medio decente. El problema grave es Never Say Die, el primer disco realmente malo del grupo, y el que provocó la salida definitiva de Ozzy de las filas de la banda. Fue reemplazado por Dio, con quien sacaron esas dos joyitas que son Heaven and Hell y The Mob Rules que, aunque no están a la altura de lo hecho con Ozzy, siguen siendo fundamentales en la historia del metal. Con Dio también tuvieron conflictos de índole personal y este se fue del grupo. Después vinieron veinte millones de cantantes y otros veinte millones de discos de los cuales no hay mucho por rescatar. Claro que todo lo que grabaron de Born Again en adelante no es de Black Sabbath, sino de la carrera solista de Tony Iommi con el nombre de Black Sabbath (la disquera lo obligó). Pero bue. Todo lo bueno debe terminar alguna vez. Veámosle el lado positivo: Fueron relevantes durante doce o trece años y sacaron ocho (sí, ocho. No seis ni cinco) discos infaltables en el proceso, y eso no cualquier banda puede presumirlo. Si todo el mundo finge que L.A. Woman es el último disco de The Doors, ¿por qué no podemos fingir nosotros que The Mob Rules es el último disco de Black Sabbath? Sí, la banda sacó en total diez discos de los cuales solo uno es verdaderamente malo y solo uno tira a decente. Dejémoslo así
Bueno, ya dejándome de lisonjeo y de negar la realidad, paso a contarles la historia del grupo. Se formó en Birmingham (Inglaterra) en 1968. Tony Iommi y Bill Ward ya se conocían por formar parte de un grupo llamado Mythology, pero esta se desbandó y decidieron irse por su cuenta. Fue así que conocieron a Ozzy Osbourne, quien a su vez les dio a conocer al bajista Geezer Butler. Ya con esta formación (más un tal Jimmy Phillips como segundo guitarrista y Alan Clarke en el saxo. ¿Se imaginan a Black Sabbath con instrumentos de viento? Tan solo escuchen Breakout del Never Say Die. Terrible) se hicieron llamar “The Polka Tulka Blues Co.”. Tiempo más tarde echaron a Phillips y a Clarke y se cambiaron el nombre a Earth (menos mal. ¿Se imaginan que el Sabbath Bloody Sabbath se llame “Polka Tulka Bloody Polka Tulka”? Terrible), con lo que empezaron a buscar un sonido hard blues similar al de Cream. Hicieron algunas giras dentro y fuera de Inglaterra, tras las cuales Iommi abandonó por un tiempo la banda para sumarse a Jethro Tull, pero abandonó al poco tiempo al no tener demasiada voz ni demasiado voto sobre la música del grupo, así que volvió a Earth antes de que lo reemplazaran. Tras varias giras en el Reino Unido, se enteraron de que había otra banda llamada Earth, así que decidieron cambiarse el nombre para evitarse problemas. Fue Geezer quien trajo la idea del nombre “Black Sabbath”, en homenaje a una película de terror de la época. Este cambio de nombre condicionó también el sonido que quería lograr la banda. Ahora pretendían ser más oscuros, como una película de terror. Su primera canción de este estilo fue, precisamente, la que abre su debut. Quedaron conformes con el resultado, por lo que se pusieron a componer y pulir más canciones con este sonido a fines de 1969. Llamaron la atención de Phillips Records y firmaron para lanzar un single. Dicho single fue Evil Woman, y les fue tan bien que tuvieron la oportunidad de grabar su disco. El que hoy nos ocupa.
Bien, ¿Este disco es el inicio del heavy metal como todos dicen? Bueno… podría decirse que en parte. Este es más un disco de hard rock y blues que otra cosa (incluso un tema tiene armónica). Todavía no hay algo que podamos relacionar directamente con Metallica o Iron Maiden (por dar dos ejemplos rápidos). Lo único que se podría considerar metalero es el tema titular y, si me apuran, NIB. Sin embargo, el disco tiene una densidad que resume varios de los sonidos heavy metal. Es decir, el disco no es metalero en composición (salvo los temas ya nombrados), pero sí en la interpretación que hace el grupo de estas canciones. Nadie había interpretado el blues y el hard rock como ellos. Ni siquiera Led Zeppelin. Está justificada la influencia que tuvo y el hecho de que se lo considere el primer disco de heavy metal, pese a todo.
Con respecto a la calidad, sus cuatro primeros temas son realmente geniales y le dan una nota alta, pero su segunda mitad, sin ser mala, es más inconsistente y le dan una nota más baja de lo que me gustaría. De los clásicos del grupo (y con “clásicos” incluyo a los dos primeros con Dio) es el que menos me gusta (junto con Mob Rules). Si es una herejía poner a este trabajo por debajo de Heaven and Hell, considérenme a mí y no a Ozzy como el Príncipe de las tinieblas. Esta inconsistencia se solucionaría en posteriores trabajos.
Ya hablando de los temas, la carrera del grupo arranca con unas campanas de iglesia y truenos, hasta que de la nada entra un riff sencillísimo. Más que sencillo es básico. Son tres notas estiradas que, más que estar tocando, parecería que están afinando la guitarra o algo así, y el resultado es escalofriante. Ozzy suena bastante bajoneado, la cual quizás no sería la actitud que uno tendría frente al mismísimo Lucifer, pero todo cobra sentido cuando remata cada verso con un “Oh, nooooooo” o con un “No, no, please God help me”. Ya para el tercer verso la música cambia. Se vuelve más movida (pero no menos oscura) y nuestro cantante suena, ahora sí, más exaltado. Me encanta el solo cargado de efectos y el falso final, que en apenas dos segundos es reemplazado por el verdadero. Gran tema que no envejeció en lo más mínimo. La siguiente canción es The Wizard, que me recuerda al estilo que tendrían en la época de Dio. Esa armónica le da un aire de fantasía mitológica a los riffs y a la batería, que suenan más apocalípticos y al fin del mundo. La letra es pésima, pero la música hace que nos olvidemos de esa nimiedad. En otras palabras, el tema también es genial. Behind the Wall of Sleep tiene una atmósfera enrarecida, como saturada, que encaja con la letra sobre la vida después de la muerte. Los diversos riffs con los que nos atacan son de primera, pero mi favorito es el del medio, cuando Ozzy canta “Feel your spirit rise with the priest/Feel your body falling to its knees/etc.”. Hablando de la voz, me gusta el como la doblaron en dos pistas diferentes. Realmente ayuda a darle ese ambiente de “despertar del otro lado”. Un breve solo de bajo une este tema con N.I.B., el segundo mejor tema del disco. Su riff es famoso ya que sus primeras notas (como todo el que revisó este disco hizo notar) son las mismas que las de Sunshine of Your Love, de Cream. Claro que el parecido termina ahí, pues el resto del riff es totalmente original, de una oscuridad y maldad con la que dicho power trio no podría ni soñar. Y los solos ni se diga, puro Sabbath en su mejor momento.
La segunda mitad (o Lado B, para los del vinilo) no está a la altura, pero es siempre digna. Evil Woman es un cover de una banda llamada Crow, y no está nada mal, pero ese estilo festivo y tradicionalmente blusero no pega mucho con Sabbath. Tiene sentido que fuera grabada un año antes, cuando el grupo todavía no estaba al tope de su forma. Sleeping Village empieza arpegiada y oscura, casi terrorífica. Ozzy canta unas líneas que suenan maléficas. Esta sección dura unos 50 segundos, y luego se vuelve un jam rockero. Aunque no es propiamente heavy metal, puedo entender que por su pesadez y densidad sea considerado como tal. Sus últimas notas están pegadas a The Warning, el otro cover. Es de lo más blusero que hay por acá, pero vale la pena escuchar el solo de Tony Iommi, que incluso por momentos parecería remitirse a Wicked World (Ese arpegio que inicia cerca del octavo minuto) o presagiar War Pigs (ese power chord que lanza después de dicho arpegio). Un poco largo, pero muy buen tema. En algunas ediciones tenemos como bonus a Wicked World, que repite el riff de Wild Child, de The Doors (solo que de manera más agresiva), y que tiene un gran solo/arpegio de tintes psicodélicos en el medio. No es la octava maravilla, pero está bien en general.
Siendo breve, este es un gran disco de hard blues. Sí, hard blues. Como dije antes, esto todavía no es heavy metal. Si bien el sonido es denso, esta música es bastante blusera y rockera de alma. Esa maldad y oscuridad es mucho más superficial que en posteriores discos de la banda (excepto por el primer tema, obvio). Puedo entender a quienes ven los inicios de la música del diablo y las manos cornutas en este álbum, y hasta cierto punto les doy la razón pero, en mi opinión, todavía no está del todo desarrollado ese estilo oscuro que el grupo pretendía. Prefiero ver ese nacimiento a partir de Paranoid o Master of Reality. Claro que estoy hablando solamente del sonido, pues la calidad de estas canciones está a la altura del talento del grupo, si bien todavía quedan cosas por pulir. Un debut algo verde, pero con buen fruto.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario