Nota: 8+
Mejor tema: Last Child
Peor tema: Lick and a Promise
1)
Back in the Saddle
2)
Last Child
3)
Rats in the Cellar
4)
Combination
5)
Sick as a Dog
6)
Nobody’s Fault
7)
Get
the Lead Out
8)
Lick
and a Promise
9)
Home
Tonight
Aerosmith debe de ser la banda
más directa del planeta. En todo sentido posible. Sus letras, su música, su “mensaje”.
No esperes sutilezas de parte de ellos, para nada. Esta honestidad brutal con
la que se manejan se ve reflejada en este disco incluso antes de ponerlo en el
reproductor. Observen esa portada. Esos diamantes en bruto y el propio nombre
del disco: “Rocks”. ¿Qué significa esto? Pues que los tipos no quisieron
esperar a que el escucha juzgue el contenido de la placa. Ya te lo dan
masticadito. Este disco contiene auténticos diamantes en forma de canciones y rockea.
Normalmente asociaría esto a un engaño premeditado pero la verdad es, por esta
vez, que no hay una pizca de mentira en esa portada (bueno, un poco. La portada
muestra cinco joyas y el disco tiene seis. Supongo que quisieron ser humildes):
Este disco rockea y está lleno de diamantes. Punto.
Bueno, no. Hay más de lo que se
ve a simple vista. El grupo había alcanzado el estrellato con su anterior
placa, Toys in the Attic. La crítica los ponía casi al nivel de Led Zeppelin y
los Rolling Stones (y sí, ese es el nivel de crítica especializada que tenemos).
Clásicos como Walk This Way, Sweet Emotion y el tema titular se habían
convertido en clásicos instantáneos e infaltables en los conciertos. Lo malo es
que, detrás de toda esta gloria, estaba la ruina: las drogas y el alcohol
estaban a la orden del día, lo que empeoró sus adicciones. Sin embargo, como
diría Capusotto, “mientras que un médico, bajo el efecto de estupefacientes,
puede hacer desastres, un rockero drogadicto y borracho puede triunfar y
alcanzar la gloria” (no es con las palabras que lo dijo, pero ese era más o
menos el mensaje). La “gloria” no es solamente en el campo comercial, sino
también en el artístico. El grupo, en estas condiciones, entró a grabar su
cuarto trabajo, este Rocks. ¿El resultado? Un éxito.
Ahora, tampoco se esperen un
cambio radical con respecto a Toys. Es más de lo mismo, pero más rockero y
heavy que nunca. No es que el estilo sea el mismo, sino que las canciones son
obvios calcos de los temas de su anterior placa. Back in the Saddle es Sweet
Emotion, Rats in the Cellar es Toys in the Attic, Nobody’s Fault es Round and
Round, etc. Es curioso que, siendo Toys in the Attic un disco moderadamente
diverso en estilo, este álbum que copia descaradamente a aquel resulta mucho
más formuláico y monótono, si se quiere. ¿A qué se debe esto? Bueno, creo que
se debe a que copian la forma de los temas, pero los empapan en el tratamiento rockero
y pesado del que hablé antes. Esto, como no podía ser de otra forma, cambia el
estilo, pero no deja de sentirse similar a lo ya escuchado. Esto podría ser una
mala noticia, pero se nota que el grupo perfeccionó el autoplagiarse, lo que
milagrosamente logra que el disco sea aún más consistente que el anterior.
Mientras que en Toys solo encontraba dos o tres clásicos auténticos y el resto
era relleno (más que aceptable, pero relleno), acá tenemos seis clásicos de
nueve canciones. Es decir, dos tercios de disco. Genial. Y con respecto a la
repetición de fórmula… bueno, considero que cada grupo nació para algo
distinto. Algunos serán más diversos, otros más formuláicos, otros más
experimentales, otros más conservadores, etc. A Aerosmith le tocó el papel de
rockear duro, y sobre eso hay que juzgarlos. ¿Rockean duro? Sí, y vaya que lo
hacen bien, al menos acá.
Los primeros seis temas, lo
repito, son quizás la mejor seguidilla de canciones que creó la banda en toda
su carrera. Una intro oscura y llena de tensión nos da la bienvenida al disco,
y casi llegado el segundo treinta se transforma en un riff de guitarra
galopante, lleno de testosterona, sobre el que Steven Tyler canta todo tipo de
dobles sentidos entre referencias vaqueras y “montar” a una mujer. Como ya se
imaginarán, es Back in the Saddle. Sea o no una reescritura de Sweet Emotion,
es fantástica por derecho propio. Last Child empieza como una balada cuyas
primeras notas me recuerdan sospechosamente al tema principal de El Padrino,
pero después se convierte en un rocker cuyo riff me recuerda sospechosamente al
de Politician, de Cream. ¿A qué es igual dos plagios a dos canciones súper
conocidas en un mismo tema? Depende del grupo que haga el plagio y de en qué
estado creativo se encuentre. Tratándose de Aerosmith y del hecho de que
estaban en su mejor momento, es igual a un clásico, y a mi tema favorito de la
banda. Sí, así como leyeron. No importa que no sea tan conocido, es el mejor
tema que parió el grupo. Rats in the Cellar no baja el nivel, para nada. Se
trata de un tema ultra rápido, casi punk, ¿Pero qué banda punk puede presumir
de unos juegos de guitarra tan exquisitos, unos quiebres de armónica y una melodía
así? Pocas, realmente. Hacia el final tenemos una mini sección instrumental
casi propia de un directo que cierra al tema de la mejor manera posible. Vamos
bien.
Combination es un medio tiempo
que sigue pateando culos con clase. El riff es de primera categoría (parece las
pisadas de un gigante) y las armonías vocales son lo último que uno se
esperaría de un grupo como Aerosmith. Pegadizas hasta decir basta. El jam del
final también es un ejemplo de cómo patear culos. Sick as a Dog no rockea tan
duro, pero es de altísima calidad igualmente. Cuenta con unos arreglos de
guitarra casi poperos y luminosos, y las armonías vocales vuelven a destacar.
George Starostin compara este tema con los Hollies, y quizás tenga razón. Digna
de cualquier grupo de los 60. El último clásico es Nobody’s Fault, que algunos
comparan con Led Zeppelin (y no por el nombre del tema). Como dije antes, es
una reescritura de Round and Round, pero muchísimo mejor. Se trata quizás del
tema más metalero y pesado en la carrera del grupo. Ese riff con wah parece
llevarse al mundo por delante, mientras que Tyler se lamenta: “Lord I must be
dreaming/What else could this be?”. Hasta que llegamos a esos también
lamentosos “Soooorryyy, you’re so soooorryyy/Don’t be soooorryyyy”, y ese
fraseo demoníaco del estribillo, en el que remarca cada palabra con furia y
frustración, nuevamente lamentándose por el destino de la humanidad. Magistral.
Desgraciadamente, el último
tercio no está a la altura. Get the Lead Out tiene un riff divertido, una
melodía divertida y un solo divertido. Todo es divertido en esta canción, pero
pálido y bastante olvidable. Lick and a Promise es barrosa y agresiva, pero sin
mucha sustancia. Por último, Home Tonight es una power ballad, aunque esta vez
no se puede decir que sea un plagio de You See me Crying, puesto que al grupo
le encanta meter una power ballad (una como mínimo) por disco. Me gusta el
trabajo de la guitarra, pero se queda corta frente a Dream On (la balada
definitiva de la banda). Todo este tercio es tan intrascendente como lo era el
Fantasma de las cajas para Danny Fenton (sí, se apellida Fenton, no Phantom.
Phantom es su alter ego), pero es agradable igualmente.
Con la diferencia de que el
Fantasma de las cajas al menos brilló en uno o dos episodios.
Ahí lo tenemos a Aerosmith en
(probablemente) su mejor momento. No, borremos el probablemente. Este disco es,
sin dudas, lo mejor que hizo la banda en su carrera. Y lo afirmo aún sin haber
escuchado mucho más de ellos más allá de lo que pasan en la radio. El grupo
rockea y compone no como los dioses, pero sí como unos humanos muy
evolucionados, por encima del promedio. Quizás si hubieran sacado las tres
últimas canciones y lo hubieran publicado como un EP me habría gustado más.
Pero, pensándolo bien, no. Eso me hubiera obligado a ponerle mínimo un nueve y
a decir que Aerosmith es una gran banda, y mi
hipsterismo latente no lo soportaría. Bromas aparte, ni siquiera así podría
ponerle un diez al disco ya que, por mucho que me gusten estas canciones, no
siento que ninguna sea una obra maestra perfecta. Pero poco importa cuando nos encontramos
con una colección de riffs y solos de este nivel. Quizás el mejor disco de “es
solo rock and roll, pero me gusta” de la historia.
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