Mejor tema: Ice o I’m Truckin’. Quizás 1984, si contamos los bonus.
1) Dark Eyed Woman
2) Apple Orchard
3) So Little Time to Fly
4) Ground Hog
5) Cold Wind
6) Policeman’s Ball
7) Ice
8) Give a Life, Take a Life
9) I’m Truckin’
10) Clear
11) Caught12) New Dope in Town
13) 1984
14) Sweet Stella Baby
15) Fuller Brush Man16) Coral
Seguimos con la trayectoria de
esta banda angelina, y uno se pregunta si vale la pena tomarse ese trabajo tras
este tercer ídem que, a pesar de compartir la nota con el anterior “The Family
That Plays Together”, es levemente inferior (y esto considerando que “Family”
ya era bastante inferior al sensacional debut). La respuesta es sí, puesto que
lo que le seguiría a este subiría el nivel a alturas de vértigo una vez más,
pero para la recompensa primero está el esfuerzo. Y el esfuerzo es hablar de
esta obra. Disfrútenlo.
Gran parte del material de este
disco fue escrito mientras la banda trabajaba en la ídem de sonido de la
película de 1968 “Model Shop”. Varios de los miembros del grupo dijeron que
sentían que no tenían suficiente tiempo para lanzar dos álbumes en 1968, grabar
una banda de sonido y hacer giras constantes. El álbum contiene So Little Time to Fly, Dark Eyed Woman y New Dope in Town, así como tres instrumentales. Y sí, sé que esto
está copiado y pegado de la Wikipedia, pero es el contexto obligatorio que le
corresponde a cada disco, y Spirit no es una banda de la que abunde información
en internet, aparte de que no tengo todavía el disco como para leer el librito
con la data adicional. Era esto o ponerme a escribir lo mucho que me gusta
físicamente Jinx de League of Legends a pesar de que no jugué nunca al juego ni
tampoco me conozco bien la historia del personaje. Solo sé que me parece
adorable y linda a su extraña manera. Pero, antes de que me acusen de otaku (lo
cual sería incorrecto, ya que League of Legends es un producto occidental y los
otakus muestran fijación por lo oriental), mejor me pongo a hablar del disco.
No sea cosa de ahuyentar a los dos gatos locos que me leen.
A pesar de que este disco es
inferior al “The Family That Plays Together”, y por lo tanto, a cualquiera de
los primeros trabajos de este grupo, le encuentro una ventaja con respecto a
ese: es algo más variado en estilo. No sé si será cosa mía, pero yo, en lo
personal mío de mí mismo de yo, encuentro que el grupo se sale un poco del jazz
puro de su anterior placa para abordar algunos otros estilos. El problema que
le veo es que la atmósfera y la producción hacen que se sienta medio monótono
incluso en los temas que intentan salirse de la norma y ofrecer algo distinto.
El otro problemita es, nuevamente, la falta de esmero compositivo. Spirit es
una banda con dos compositores impresionantes como lo son Jay Ferguson y Randy
California, pero se nota a dolor que no tenían material para este trabajo y que
tuvieron que rellenar con instrumentales. Al igual que pasaba con su último
trabajo, hay una ausencia total de temas malos. Todo es escuchable y
disfrutable en mayor o menor medida, pero los momentos verdaderamente
sorprendentes, de esos que te cambian la cara del día, se cuentan con los dedos
de una mano. Y uno de esos está entre los temas extra. Qué triste.
Pero vamos a los temas para
confirmar que no hay nada alarmantemente malo. Empezamos con Dark Eyed Woman, nuevamente con
influencias latinas, al igual que las aperturas de los dos discos previos, pero
esta vez bastante más heavy, con un gran riff entre oscuro, fumado y crujiente,
una melodía vocal que rebosa amenaza y un intermedio bien pantanoso y tribal. Gran
arranque, como en todo disco de Spirit hasta ese momento. Apple Orchard amenaza en sus primeros segundos con parecerse a Gramophone Man del debut, pero después
se vuelve un blues crujiente (sí, otra vez usando esta palabrita) repleto de
mini climax y más percusiones tribales. No está mal. So Little Time to Fly es otro blues pero más tranquilo y al que se
le agregan algunas armonías vocales acá y allá. Lo más interesante es el solo
que tiene un carácter más antémico. Es relleno, pero es aceptable.
Acá es cuando me desvío un poco
del orden de los temas para entrar en la sección “esta canción me recuerda a…”,
en la que desmenuzo las partes de cada tema para explicar a qué otra cosa me
hacen acordar, de la misma forma en que Jinx me recuerda al juez Doom de “¿Quién
engañó a Roger Rabbit?” (En serio, sus caras son parecidas. Solo busquen
imágenes de ambos). Para iniciar con esta sección, vamos con Ground Hog, cuya parte cantada me
recuerda mucho a cantantes de grunge tipo Kurt Cobain o Eddie Vedder, no sé por
qué. En cualquier caso, su riff es imponente y la complejidad de su estructura
es admirable, pero siento que tiene vacíos sonoros por rellenar. No sé cómo
explicarlo mejor, a lo mejor es algo muy mío. Pero no importa, porque machaca y
ese es su objetivo, así que cumple. I’m
Truckin’, por su parte, me recuerda a Deep Purple. No sé si será algo
objetivo o si simplemente lo estoy asociando con esa banda porque el título del
tema tiene la palabra “truckin’”. Qué sé yo. Me animo a decir que objetivamente
es la mejor canción del disco, ya que es la que mejor funciona como
composición. Esa guitarra lujosa adornada con el piano de Locke (quién, por
cierto, es el compositor del tema. Milagro, compuso la mejor canción del disco),
sus secciones instrumentales, la melodía vocal que alcanza su apogeo con el
“Twenty years went by/I couldn’t decide/I took a little ride/I rode it like a
siren”… todo funciona a la perfección y suma otro clásico al canon del grupo.
Fin de la sección “esta canción me recuerda a…”.
Policeman’s Ball parece un intento de hacer music hall, pero al
estilo de la banda. Tiene su pegajosidad y su dosis de buen humor, pero es
bastante intrascendente. Cold Wind es
un canto mantra bastante lento y arrastrado, con un toque de batería solemne
que más o menos levanta al tema pero no lo suficiente como para evitar que sea
el más flojo del disco. Al mismo estilo pero mucho mejor está chapada Give a Life, Take a Life, con su
exquisito toque de piano y su parte vocal que rebosa melancolía infinita tanto
en la melodía misma como en los arreglos corales que acompañan. Ah, y a no
olvidar la bella melodía de flauta. Casi casi la marco en rojo. El otro tema
cantado es New Dope in Town, que
además cierra el disco. Empieza casi como un tema de Frank Zappa de la época
del “Hot Rats”, y le sigue una melodía vocal que la tengo muy vista
(escuchada), solo que no logro identificar de dónde. Dicha melodía vocal suena
jubilosa pero demasiado cliché también. Después viene una sección instrumental
más calmada y contemplativa que hace de alfombra roja para que regrese la voz
(Esta metáfora de la alfombra roja es muy adecuada, ya que marca el camino de
una melodía bastante poco original, del mismo modo que en la alfombra roja caminan
celebridades vacías. Esto debe de ser lo más significativo que haya escrito).
Me gusta, pero podría ser mejor. Buen cierre a secas.
Me queda hablar de los
instrumentales. Son obvio relleno, pero hay al menos uno que funciona tan
espectacularmente bien como si no lo fuera. Hablo de Ice, compuesta nuevamente por Locke (¿Quién lo diría? El compositor
más mediocre de anteriores discos sale de súbito con las mejores canciones de
este álbum. A eso se le llama mejorar). Tiene un aire misterioso y sensual. El
sonido y la textura de la canción realmente evocan al elemento al que refiere
su nombre. Los repiqueteos de la guitarra de California son sublimes, y la
frase instrumental principal tiene algo de escalofriante casi sin pretenderlo.
Es el tema más cinematográfico de todo el disco, y tiene sentido si
consideramos que debe de ser parte de alguna de las bandas sonoras que habían
compuesto. Excelente canción. Mi favorita de este trabajo. Los otros dos
instrumentales tienen lo suyo, pero no vuelan tan alto. Caught vuelve a recordarme en sus primeros segundos al music hall
al estilo de lo que hacían los Kinks, pero después retoma caminos jazzeros. El
ritmo también es muy cinematográfico, como de una película de misterio de los
años 40 o 50. Es adictiva, pero también medio repetitiva. Me queda el tema que
da título al disco, que parece que va a ser otra Ice. No sé si porque el estilo de jazz que abordan es formuláico en
sí mismo o porque realmente copiaron a ese tema. Es, al menos a mis oídos,
demasiado parecida como para valer mucho por sí misma. Tampoco está mal,
igualmente.
Ahora pasemos a hablar de los
temas extra. 1984 es, por lejos, el
mejor tema adicional de sus primeros cuatro discos. Ese “1984/Knocking on your
door” que arma tensión por sí mismo y que culmina con ese “Would you let it run
your LIFE?”, esa brisa de órgano distorsionado que tajea la piel al contacto, esa
línea de bajo que puntea sus tonos a puro nervio… qué tema. Un artículo de la
Rolling Stone decía que el bajo de esta canción se adelanta a la new wave por
varios años. Podría ser otro caso de la Rolling Stone siendo la Rolling Stone
(esto es, diciendo estupideces sin base y sin criterio), pero también podría
ser que esos punteos tengan un parecido lejano con la guitarra de Don’t Stand So Close to Me, el famoso
tema de The Police. Tomen esta comparación con pinzas, pues puede ser que la
revista de música que no sabe nada de música me haya engatusado con sus
delirios. Los otros bonus son los típicos que no aportan demasiado. Sweet Stella Baby me hace pensar por su
nombre que va a ser un rock and roll tipo años 50, pero sabemos que Spirit es
una banda demasiado creativa para rebajarse al mínimo denominador común, así
que es un tema con base piano y algunas pegadizas armonías vocales que van
construyendo climax. Aunque sí, algunos dejos de rock básico tiene. No está
mal. Fuller Brush Man empieza festiva
y se disuelve en un wah wah líquido y un falsete agudo soberanamente idiota.
Menos mal que después cambian a una voz más normal, justo antes de que me den
ganas de tirar el reproductor a la mierda. Y el solo no está mal. Lástima que
después imita lo que parece ser un acento alemán ridículo. Mi dios. Me queda Coral, más relajada e inocente. Casi
parece una canción infantil. Tiene sentido si consideramos que habla de la
hermana menor de una fan con la que Randy salía. Tiene su encanto, pero
difícilmente sea un gran tema. Ah, y en el último minuto se incluye un
comercial del álbum. Me voy a ahorrar los intentos de hacerme el gracioso con
un chiste al respecto.
“Clear” no es un mal disco, pero
es como una segunda parte menor de un disco de por sí menor para el potencial
que tenía la banda. Si hubieran hecho un único álbum con los mejores temas de
este disco y de “The Family That Plays Together” (más el single 1984) les hubiera quedado una obra de
antología y, junto con el debut y el “Twelve Dreams of Dr. Sardonicus”,
estaríamos hablando de una trilogía comparable con “Volver al futuro”, las
películas originales de “Star Wars” y GTA 3-Vice City-San Andreas. Lástima que,
en lugar de eso, tenemos cuatro discos de los cuales dos son buenos pero muy
desaprovechados. ¿Cuándo vamos a aprender que cantidad no es calidad? Lo bueno
es que el grupo se daría cuenta pronto del camino al que se dirigían y pondrían
todo su esfuerzo en lanzar una obra maestra a la altura de su debut. Ahora sí,
prepárense para lo bueno de verdad.
Ah, y por cierto, no podía irme
sin nombrar a Jinx una vez más. ¿Qué tiene que ver esto con todo lo que venía
hablando? Nada, pero la tercera es la vencida.
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