sábado, 18 de diciembre de 2021

Spirit - Clear


Nota: 8
Mejor tema: Ice o I’m Truckin’. Quizás 1984, si contamos los bonus.
Peor tema: Cold Wind

1)      Dark Eyed Woman
2)      Apple Orchard
3)      So Little Time to Fly
4)      Ground Hog
5)      Cold Wind
6)      Policeman’s Ball
7)      Ice
8)      Give a Life, Take a Life
9)      I’m Truckin’
10)    Clear
11)    Caught
12)    New Dope in Town

[Bonus tracks]

13)   1984
14)   Sweet Stella Baby
15)    Fuller Brush Man
16)    Coral

 

Seguimos con la trayectoria de esta banda angelina, y uno se pregunta si vale la pena tomarse ese trabajo tras este tercer ídem que, a pesar de compartir la nota con el anterior “The Family That Plays Together”, es levemente inferior (y esto considerando que “Family” ya era bastante inferior al sensacional debut). La respuesta es sí, puesto que lo que le seguiría a este subiría el nivel a alturas de vértigo una vez más, pero para la recompensa primero está el esfuerzo. Y el esfuerzo es hablar de esta obra. Disfrútenlo.

Gran parte del material de este disco fue escrito mientras la banda trabajaba en la ídem de sonido de la película de 1968 “Model Shop”. Varios de los miembros del grupo dijeron que sentían que no tenían suficiente tiempo para lanzar dos álbumes en 1968, grabar una banda de sonido y hacer giras constantes. El álbum contiene So Little Time to Fly, Dark Eyed Woman y New Dope in Town, así como tres instrumentales. Y sí, sé que esto está copiado y pegado de la Wikipedia, pero es el contexto obligatorio que le corresponde a cada disco, y Spirit no es una banda de la que abunde información en internet, aparte de que no tengo todavía el disco como para leer el librito con la data adicional. Era esto o ponerme a escribir lo mucho que me gusta físicamente Jinx de League of Legends a pesar de que no jugué nunca al juego ni tampoco me conozco bien la historia del personaje. Solo sé que me parece adorable y linda a su extraña manera. Pero, antes de que me acusen de otaku (lo cual sería incorrecto, ya que League of Legends es un producto occidental y los otakus muestran fijación por lo oriental), mejor me pongo a hablar del disco. No sea cosa de ahuyentar a los dos gatos locos que me leen.

A pesar de que este disco es inferior al “The Family That Plays Together”, y por lo tanto, a cualquiera de los primeros trabajos de este grupo, le encuentro una ventaja con respecto a ese: es algo más variado en estilo. No sé si será cosa mía, pero yo, en lo personal mío de mí mismo de yo, encuentro que el grupo se sale un poco del jazz puro de su anterior placa para abordar algunos otros estilos. El problema que le veo es que la atmósfera y la producción hacen que se sienta medio monótono incluso en los temas que intentan salirse de la norma y ofrecer algo distinto. El otro problemita es, nuevamente, la falta de esmero compositivo. Spirit es una banda con dos compositores impresionantes como lo son Jay Ferguson y Randy California, pero se nota a dolor que no tenían material para este trabajo y que tuvieron que rellenar con instrumentales. Al igual que pasaba con su último trabajo, hay una ausencia total de temas malos. Todo es escuchable y disfrutable en mayor o menor medida, pero los momentos verdaderamente sorprendentes, de esos que te cambian la cara del día, se cuentan con los dedos de una mano. Y uno de esos está entre los temas extra. Qué triste.

Pero vamos a los temas para confirmar que no hay nada alarmantemente malo. Empezamos con Dark Eyed Woman, nuevamente con influencias latinas, al igual que las aperturas de los dos discos previos, pero esta vez bastante más heavy, con un gran riff entre oscuro, fumado y crujiente, una melodía vocal que rebosa amenaza y un intermedio bien pantanoso y tribal. Gran arranque, como en todo disco de Spirit hasta ese momento. Apple Orchard amenaza en sus primeros segundos con parecerse a Gramophone Man del debut, pero después se vuelve un blues crujiente (sí, otra vez usando esta palabrita) repleto de mini climax y más percusiones tribales. No está mal. So Little Time to Fly es otro blues pero más tranquilo y al que se le agregan algunas armonías vocales acá y allá. Lo más interesante es el solo que tiene un carácter más antémico. Es relleno, pero es aceptable.

Acá es cuando me desvío un poco del orden de los temas para entrar en la sección “esta canción me recuerda a…”, en la que desmenuzo las partes de cada tema para explicar a qué otra cosa me hacen acordar, de la misma forma en que Jinx me recuerda al juez Doom de “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” (En serio, sus caras son parecidas. Solo busquen imágenes de ambos). Para iniciar con esta sección, vamos con Ground Hog, cuya parte cantada me recuerda mucho a cantantes de grunge tipo Kurt Cobain o Eddie Vedder, no sé por qué. En cualquier caso, su riff es imponente y la complejidad de su estructura es admirable, pero siento que tiene vacíos sonoros por rellenar. No sé cómo explicarlo mejor, a lo mejor es algo muy mío. Pero no importa, porque machaca y ese es su objetivo, así que cumple. I’m Truckin’, por su parte, me recuerda a Deep Purple. No sé si será algo objetivo o si simplemente lo estoy asociando con esa banda porque el título del tema tiene la palabra “truckin’”. Qué sé yo. Me animo a decir que objetivamente es la mejor canción del disco, ya que es la que mejor funciona como composición. Esa guitarra lujosa adornada con el piano de Locke (quién, por cierto, es el compositor del tema. Milagro, compuso la mejor canción del disco), sus secciones instrumentales, la melodía vocal que alcanza su apogeo con el “Twenty years went by/I couldn’t decide/I took a little ride/I rode it like a siren”… todo funciona a la perfección y suma otro clásico al canon del grupo. Fin de la sección “esta canción me recuerda a…”.

Policeman’s Ball parece un intento de hacer music hall, pero al estilo de la banda. Tiene su pegajosidad y su dosis de buen humor, pero es bastante intrascendente. Cold Wind es un canto mantra bastante lento y arrastrado, con un toque de batería solemne que más o menos levanta al tema pero no lo suficiente como para evitar que sea el más flojo del disco. Al mismo estilo pero mucho mejor está chapada Give a Life, Take a Life, con su exquisito toque de piano y su parte vocal que rebosa melancolía infinita tanto en la melodía misma como en los arreglos corales que acompañan. Ah, y a no olvidar la bella melodía de flauta. Casi casi la marco en rojo. El otro tema cantado es New Dope in Town, que además cierra el disco. Empieza casi como un tema de Frank Zappa de la época del “Hot Rats”, y le sigue una melodía vocal que la tengo muy vista (escuchada), solo que no logro identificar de dónde. Dicha melodía vocal suena jubilosa pero demasiado cliché también. Después viene una sección instrumental más calmada y contemplativa que hace de alfombra roja para que regrese la voz (Esta metáfora de la alfombra roja es muy adecuada, ya que marca el camino de una melodía bastante poco original, del mismo modo que en la alfombra roja caminan celebridades vacías. Esto debe de ser lo más significativo que haya escrito). Me gusta, pero podría ser mejor. Buen cierre a secas.

Me queda hablar de los instrumentales. Son obvio relleno, pero hay al menos uno que funciona tan espectacularmente bien como si no lo fuera. Hablo de Ice, compuesta nuevamente por Locke (¿Quién lo diría? El compositor más mediocre de anteriores discos sale de súbito con las mejores canciones de este álbum. A eso se le llama mejorar). Tiene un aire misterioso y sensual. El sonido y la textura de la canción realmente evocan al elemento al que refiere su nombre. Los repiqueteos de la guitarra de California son sublimes, y la frase instrumental principal tiene algo de escalofriante casi sin pretenderlo. Es el tema más cinematográfico de todo el disco, y tiene sentido si consideramos que debe de ser parte de alguna de las bandas sonoras que habían compuesto. Excelente canción. Mi favorita de este trabajo. Los otros dos instrumentales tienen lo suyo, pero no vuelan tan alto. Caught vuelve a recordarme en sus primeros segundos al music hall al estilo de lo que hacían los Kinks, pero después retoma caminos jazzeros. El ritmo también es muy cinematográfico, como de una película de misterio de los años 40 o 50. Es adictiva, pero también medio repetitiva. Me queda el tema que da título al disco, que parece que va a ser otra Ice. No sé si porque el estilo de jazz que abordan es formuláico en sí mismo o porque realmente copiaron a ese tema. Es, al menos a mis oídos, demasiado parecida como para valer mucho por sí misma. Tampoco está mal, igualmente.

Ahora pasemos a hablar de los temas extra. 1984 es, por lejos, el mejor tema adicional de sus primeros cuatro discos. Ese “1984/Knocking on your door” que arma tensión por sí mismo y que culmina con ese “Would you let it run your LIFE?”, esa brisa de órgano distorsionado que tajea la piel al contacto, esa línea de bajo que puntea sus tonos a puro nervio… qué tema. Un artículo de la Rolling Stone decía que el bajo de esta canción se adelanta a la new wave por varios años. Podría ser otro caso de la Rolling Stone siendo la Rolling Stone (esto es, diciendo estupideces sin base y sin criterio), pero también podría ser que esos punteos tengan un parecido lejano con la guitarra de Don’t Stand So Close to Me, el famoso tema de The Police. Tomen esta comparación con pinzas, pues puede ser que la revista de música que no sabe nada de música me haya engatusado con sus delirios. Los otros bonus son los típicos que no aportan demasiado. Sweet Stella Baby me hace pensar por su nombre que va a ser un rock and roll tipo años 50, pero sabemos que Spirit es una banda demasiado creativa para rebajarse al mínimo denominador común, así que es un tema con base piano y algunas pegadizas armonías vocales que van construyendo climax. Aunque sí, algunos dejos de rock básico tiene. No está mal. Fuller Brush Man empieza festiva y se disuelve en un wah wah líquido y un falsete agudo soberanamente idiota. Menos mal que después cambian a una voz más normal, justo antes de que me den ganas de tirar el reproductor a la mierda. Y el solo no está mal. Lástima que después imita lo que parece ser un acento alemán ridículo. Mi dios. Me queda Coral, más relajada e inocente. Casi parece una canción infantil. Tiene sentido si consideramos que habla de la hermana menor de una fan con la que Randy salía. Tiene su encanto, pero difícilmente sea un gran tema. Ah, y en el último minuto se incluye un comercial del álbum. Me voy a ahorrar los intentos de hacerme el gracioso con un chiste al respecto.

“Clear” no es un mal disco, pero es como una segunda parte menor de un disco de por sí menor para el potencial que tenía la banda. Si hubieran hecho un único álbum con los mejores temas de este disco y de “The Family That Plays Together” (más el single 1984) les hubiera quedado una obra de antología y, junto con el debut y el “Twelve Dreams of Dr. Sardonicus”, estaríamos hablando de una trilogía comparable con “Volver al futuro”, las películas originales de “Star Wars” y GTA 3-Vice City-San Andreas. Lástima que, en lugar de eso, tenemos cuatro discos de los cuales dos son buenos pero muy desaprovechados. ¿Cuándo vamos a aprender que cantidad no es calidad? Lo bueno es que el grupo se daría cuenta pronto del camino al que se dirigían y pondrían todo su esfuerzo en lanzar una obra maestra a la altura de su debut. Ahora sí, prepárense para lo bueno de verdad.

 

 

 

Ah, y por cierto, no podía irme sin nombrar a Jinx una vez más. ¿Qué tiene que ver esto con todo lo que venía hablando? Nada, pero la tercera es la vencida.


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