domingo, 4 de septiembre de 2022

Riel - EP de zombies


Nota: 9
Mejor tema: Una de zombies.
Peor tema: Supongo que La de los hijos, que igual es un temazo.

1)      La de los hijos
2)      En el andén
3)      Parasomnia
4)      Una de zombies


Y seguimos deslizándonos por la carrera de Riel. ¿Entendieron el chiste? Ya que un riel es una barra de metal por la que se desliza algo. Soy tan gracioso. Bueno, no. Pero no me digan que no fue más o menos ocurrente. Como sea.

Bienvenidos a la publicación número sesenta de mi blog. No es que sea un número muy importante en sí, pero desde hace un buen tiempo, cada vez que hablo en público de mi blog, digo que casi llevo sesenta entradas. Esto no es como decir que llevo sesenta críticas hechas, ya que he publicado varias otras cosas que nada que ver, pero igual es bueno saber que llegué tan lejos. Para festejarlo, voy a hacer algo especial: hablar de un EP. Técnicamente ya lo había hecho al hablar del «Exquisite Corpse» de Warpaint, pero ese era más largo que varios discos larga duración de los Byrds, los Beach Boys o los Misfits, así que acá tenemos un auténtico y brevísimo EP. Vamos a hablar de él. Fue grabado en Pronoise el 11 de noviembre de 2012, después de haber sacado su primer disco, y lanzado en 2013. Fue mezclado y masterizado por Germán Loretti en el estudio de los Riel. El mastering para vinilo fue realizado por Sam Grant en Blank Studios, en Reino Unido. También, como un dato menor para los coleccionistas como yo, parece que está disponible en cassette y en vinilo, pero no en CD. No hay mucha más información al respecto.

Para empezar a hablar de este trabajo, no voy a dirigirme primero a las canciones, sino a la atmósfera. Mierda que me encanta la atmósfera de este EP. ¿Vieron esos colores cálidos y cegadores de la portada? No sé qué sea lo que quiere representar objetivamente, pero lo que a mí me transmite subjetivamente es que es el infierno. Y estas canciones sí que tienen algo de infernal. A diferencia del primer disco, que tenía un ambiente más frío, este es más fogoso. Mucho más. Los tonos de las canciones son, precisamente, amarillos, rojos y naranjas, además de negros. Los colores que asociamos al infierno, para redondear lo que dije antes. Y guarda que no es la típica atmósfera maligna tan sobreactuada de muchas bandas de horror punk o metal extremo, sino que estas canciones reptan y se meten bajo la piel de forma muy auténtica. Aparte, los temas son uno mejor que el otro. Esta frase, que normalmente es figurativa, en este caso es literal. Es un trabajo que va mejorando canción a canción. Y ahora mismo se los voy a demostrar.

Empezamos con el ataque bien rítmico de la batería. Es ni más ni menos que La de los hijos. Después se suma la guitarra en llamas y, más adelante, Mora cantando «vamos a tener mil hijos/miles de hijos» una y otra vez como un mantra. La canción suena precisamente así, como si los diferentes sonidos de los instrumentos estuvieran teniendo sexo y procreando. Más que hijos humanos, parecería que van a venir al mundo vástagos demoníacos. Ya lo dije, es quizás el clásico menor de este disco, y sigue siendo eso. Un clásico.

Recuerdo que una vez le mandé el EP completo por Facebook a una amiga de México. Ella me dijo que el segundo tema, llamado En el andén, suena como Metallica. Quizás tenga razón. Tiene la misma carga de oscuridad y da la sensación de ser muy veloz, aunque en sí es algo lenta. Si me lo preguntan, me parece más un híbrido entre Metallica y la Velvet Underground. No sé si sea una comparación acertada, pero es a lo que me suena. El riff se va repitiendo y repitiendo con saña, como si el andén que menciona el título fuera en dirección al infierno. Realmente se siente en los huesos la desprotección que acarrea este tema.

Parasomnia crea desde el mismísimo principio una sensación mezcla de paranoia con insomnio. Además, el nombre me hace pensar en Parasect, el pokémon. ¿Se dieron cuenta de que siempre pronunciamos la palabra como «pokemón» o «pókemon» cuando en realidad lleva el acento en el medio? No se puede decir que nos hayan engañado ya que siempre estuvo a la vista. Nosotros somos los brutos que no lo notamos. Volviendo a la canción, esa comparación que hice con Parasect no es casual. Si lo recuerdan, dicho pokémon era como un cangrejo con un hongo parasitario encima. Bueno, esta canción hace lo mismo con nosotros. Se nos pega al cuerpo como un parásito y nos chupa la vida, pero de una forma hipnótica de la que no nos queremos librar. Como siempre, la voz de Mora puede dar la sensación de desafinar, pero su canto va acorde con la canción. ¿Qué puede ser mejor?

El último tema, por supuesto. Una de zombies parece sacada de una película de dicho género, pero no una producción barata, sino una genuinamente terrorífica y bien hecha. El repiqueteo grave de las cuerdas de la guitarra nos come el cerebro y la capacidad de atención. Mientras suena solo podemos prestar atención a la música y a nada más. Justo cuando parece que termina la canción y el disco, Loretti se gradúa de baterista con un solo de medio minuto. La edición que tengo yo del vinilo elimina este solo para darle espacio a otras dos canciones: Noel, Jonah and Me (cover de The Spinanes) y una demo de 451. Los dos son grandes temas, pero los comentaré otro día. Con respecto a si el tema es mejor o peor sin ese solo final, lo dejo a criterio de cada quien.

Y ahí tenemos otro excelente lanzamiento de estos dos músicos. Al igual que con el debut, no le pongo un diez por ser muy corto. Originalmente le iba a poner un ocho nada más, pero me pareció muy bajo para una obra en la que todos los temas me encantan. Aunque insisto, los dos son un diez de diez en espíritu. Tienen mi respeto, Mora y Germán. Definitivamente. Ustedes no solo tienen talento, sino que son genios. Voy a seguirlos más de cerca. Incluso si sus posteriores trabajos no me entusiasman tanto, con estos dos primeros se ganaron el cielo. Mis más sinceras felicitaciones.

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