martes, 17 de enero de 2023

The Beatles - With the Beatles


Nota: 8+
Mejor tema: It Won’t Be Long.
Peor tema: Hold me Tight.

1)      It Won’t Be Long
2)      All I’ve Got to Do
3)      All my Loving
4)      Don’t Bother me
5)      Little Child
6)      Till There Was You
7)      Please Mr. Postman
8)      Roll Over Beethoven
9)      Hold me Tight
10)    You Really Got a Hold on Me
11)    I Wanna Be Your Man
12)    Devil in Her Heart
13)    Not a Second Time
14)    Money (That’s What I Want)


Un avance, un buen avance. Los Beatles habían, más que revitalizado con respiración boca a boca, revivido con magia vudú al rock, y este disco continuaba con el hechizo. Aunque ellos fueron de los primeros grupos post años 50 en grabar material y tener éxito, muchas otras bandas estaban surgiendo y empezando a hacerles competencia. Está bien que «Beatles» y «tener competencia» son dos cosas incompatibles, pero una cosa es lo que sabemos por hecho y otra cosa es lo que se demuestra en la práctica. El grupo tenía ganada la carrera de antemano, pero correrla había que correrla, y para eso decidieron mejorar en un campo tan limitado como es el rock y pop de principios de los 60, con sus respectivos covers. No, todavía no pueden escapar de esa prisión, pero al menos de a poco van armando el motín que inspiraría al resto de los presos/músicos y los haría crecer también a ellos mismos como artistas.

Bueno, demasiadas metáforas estoy usando en este momento para un disco que de místico y esotérico tiene más bien poco y nada. Como ya se dijo hasta el cansancio, este es un gemelo del debut. Si queremos marcar alguna diferencia, diría que este es un poco más oscuro y decadente, pero en sí sigue siendo más de lo mismo. Ahora, esa que marqué es una diferencia de forma. La diferencia de fondo es que los chicos mejoraron en todos los sentidos: compositivamente, instrumentalmente y coverísticamente. Aunque el conjunto me sigue dejando la misma sensación de pocas ambiciones y bastante inmadurez, es un avance, y los avances son graduales. Como en juegos tipo Elden Ring o The Witcher, en los que cada aumento de nivel apenas te concede una cantidad muy mínima de mejora en tus estadísticas. Mierda, otra vez con las metáforas y asociaciones, pero no importa. Lo que sí importa es que los Beatles van lento pero seguro a ser el mejor acto musical que jamás se haya visto hasta la fecha. Vamos a las canciones.

El disco empieza como una guerra. Una guerra en la que ambos bandos se atacan a «yeah yeahs». Se trata de It Won’t Be Long, que es pura adrenalina en el estribillo y tensión en los versos, hasta terminar con ese gentil toque de guitarra que apaga la luz para irse de la forma más tranquila posible. All I’ve Got to Do me recuerda un poco a lo que sería And I Love Her de su siguiente disco, aunque esta última es de McCartney y la de este álbum es de Lennon. La melodía es tremenda y contemplativa, y el ambiente relajado y soul funciona más que bien. Por su parte, All My Loving sí que es de McCartney. Sacarosa, pero bien es sabido que la sacarina puede ser rica en las dosis correctas, y esta canción no se pasa, así que está perfecta. Por cierto, me llama la atención que este tema, a pesar de ser una balada, sea más movido que el anterior. De vez en cuando, Paul sabe ponerle un poco de ritmo a su dulzor usual. Después viene Don’t Bother Me, compuesta por George Harrison, que ya desde el título marca la personalidad y el lugar en la banda de su compositor. Esto es, el de ser el silencioso que no quiere problemas. La melodía es pesimista y muy buena, mientras que el solo de guitarra suena algo sucio pero obviamente está tocado por alguien con destreza, lo que hace que esa suciedad se disfrute. Para cerrar esta racha de temas propios, Little Child, que es un rockanrollito bastante simplón. El «Little child/Little child/Little child» que hace de estribillo es cualquier cosa menos fluido, y en general le falta energía. Eso sí, me llama la atención que la frase «baby, take a chance with me» que cantan sobre el final tiene una melodía y cadencia calcadas al «if you wanna dance with me» del tema Rock and Roll Music de Chuck Berry que los propios Beatles interpretarían en su cuarto disco. Prueba de que ni ellos se salvaban de robar de vez en cuando.

Viene una tríada de versiones ahora. Till There Was You es un tema de un show de Broadway compuesto por Meredith Wilson. Una serenata/trío/flamenco/colocar-aquí-cualquier-género-para-demostrar-conocimiento-musical. El trabajo de guitarra española y la melodía vocal son espectaculares. Paul canta con una pasión que parece un tema suyo. Por cierto, existe la leyenda (falsa, como toda leyenda) de que no fue George Harrison quien tocó el solo. Eso no tiene sentido ya que, como dijo George Starostin, si por algo tenían a George en la banda era por ser uno de los mejores guitarristas de Liverpool. Afortunadamente, no solo era un gran guitarrista sino un gran compositor, pero ya vamos a hablar de eso. Después viene Please Mr. Postman, que es un cover de The Marvelettes, que era un grupo de chicas, así que asumo que le habrán adaptado la letra para que le quede a un hombre blanco cis heterosexual al que le gustan las mujeres hembras de sexo femenino. Instrumentalmente no tiene mucho más que la siempre efectiva batería de Ringo, pero las voces de John, Paul y George mezclándose casi en orgía la hacen fantástica. Tranquilamente le podían competir a los Beach Boys en este apartado. Me gusta cómo parece que Lennon va a explotar en cualquier momento, lo cual sí hace en un par de ocasiones. Roll Oven Beethoven tiene la tremenda guitarra de George Harrison, lo cual siempre es una garantía, aparte de su voz de fondo apareciendo y desapareciendo como fantasma mientras Lennon toma el protagonismo vocal. Es una buena versión del clásico de Chuck Berry, pero se queda un poco por debajo de otros temas de este disco. Tampoco tiene nada de malo y es muy sólida, así que me gusta.

Sigue otro original, Hold Me Tight, que tiene una melodía bastante bastante idiota. Lo único que rescato son los coros que responden con «hold», «me tight» y «tonight», pero no por ser buenos sino porque, cuando dicen «tonight tonight» me suena como «tutá tutá». Sin dudas, hasta los Auténticos decadentes le hubieran dado más gracia a esta canción. Sigue otra versión, en este caso You Really Got a Hold on Me de Smokey Robinson que, aunque instrumentalmente ofrece un poco más que Mr. Postman, su mérito sigue estando en la conjunción vocal. Ese colchón de tres voces es tan dulce e irresistible como un postre de tres leches. Asociación pelotuda, pero el mejor camino al corazón de una persona es a través de su estómago, así que seguramente los incité a escucharla. Tarea cumplida. ¿Y qué sigue tras un tema original y un cover? Pues un cover a un tema original de ellos mismos. I Wanna Be Your Man es un tema de medio pelo que nuestra dupla favorita compuso para los Rolling Stones, pero que al final decidieron grabar también y dejársela cantar a Ringo. Lo hace bien y el tema tiene energía en general, pero se nota que los Stones estaban más cómodos con él. Los Beatles lo hacen zafar por los pelos, sinceramente. Devil in Her Heart es de un tal Richard Drapkin, y está cantada por Harrison. La guitarra vuelve a tener aires españoles como en Till There Was You, pero sin llegarle a los talones. Lo más destacable es cuando canta «I’ll take my chances/for romance is/so important to me/she’ll never hurt me/she won’t desert me/she’s an angel sent to me» que, en conjunto con las armonías, parecería querer elevar la intensidad y crear algo similar a una tensión. El asunto es que los Beatles no son los Doors en este apartado, así que se queda muy a medias. El último original del disco es Not a Second Time, en el que la voz y el piano parecerían ir a tiempos diferentes, lo que crea un efecto de disonancia muy particular. También me llama la atención que, cuando el piano queda solo, suena con un efecto grave y algo estremecedor, al estilo de futuros temas de John Lennon solista o de cosas como Holocaust de Big Star (solo que sin ser lacrimógeno en absoluto). No es un tema vanguardista ni nada parecido a los experimentos que harían en su época más madura, pero suena bastante poco común para una canción de 1963 grabada por un grupo popular. Con respecto a si me gusta o no el temita, me encanta. Cerramos con una versión de Janie Bradford y Berry Gordy: Money (That’s What I Want). Es tan sarcástica que uno juraría que es un tema de John, pero claro, todavía no había conocido a Bob Dylan, así que aún no experimentaba con la prosa. Tiene un riff de piano que encuentra ese imposible punto medio entre amenazar al escucha e invitarlo a pasar un buen rato, Lennon canta con mucha sorna y contagia buen humor, después del minuto y medio se escucha un grito de fondo que parece una armónica y, en general, todo el conjunto vocal e instrumental resulta arrollador y preciso. Muy buen final.

Entonces, y como dije en la primera línea de la reseña, este disco es un avance. Un avance pequeño, pero un avance al fin y al cabo. Los temas más flojos son más flojos que los más flojos del debut, pero los puntos más altos son más altos que los más altos del debut (nunca repitan esta frase tres veces seguidas frente al espejo). De hecho, en términos de consistencia le pondría un nueve al álbum, pero eso ya sería entrar en el territorio de «obra maestra», y acá hay limitaciones importantes como para darle semejante consideración, así que en balance queda como un progreso diminuto para lo que pudo haber sido. Igualmente, estamos hablando de una banda que siempre evolucionó disco a disco de una forma u otra, y el primero ya era bueno y recomendable, lo que significa que este tiene que serlo todavía más. Y lo es. Larguen sus prejuicios sobre la primera etapa Beatle y disfruten de esta buena música retro que sigue sonando moderna. Retromoderna.

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