lunes, 13 de febrero de 2023

Misfits - Walk Among Us


Nota: 7
Mejor tema: I Turned Into a Martian.
Peor tema: Braineaters.

1)      20 Eyes
2)      I Turned Into a Martian
3)      All Hell Breaks Loose
4)      Vampira
5)      Nike-A-Go-Go
6)      Hatebreeders
7)      Mommy, Can I Go Out and Kill Tonight? (live)
8)      Night of the Living Dead
9)      Skulls
10)    Violent World
11)    Devil’s Whorehouse
12)    Astro Zombies
13)    Braineaters


Los Misfits, que nada tienen que ver con las Misfits, las cuales son las enemigas de Jem y los Hologramas (salvo quizás en su época tardía, donde se volvieron unos mediocres. No, mejor no. Las enemigas de Jem tenían más garra que ese deterioro de banda). ¿Qué puedo decir de ellos? Es un grupo que me gusta mucho, muchísimo, pero al que a la vez no puedo ponerle un puntaje muy alto a sus discos de estudio. ¿Cómo puede ser eso posible? Pasen y vean.

Pero primero vamos a introducir a esta gente. La banda se formó en 1977 en Lodi, Nueva Jersey, y tomaba el nombre de la última película en la que actuó Marilyn Monroe antes de morir. Su miembro fundador fue el vocalista, tecladista y compositor Glenn Danzig (cuyo apellido creí durante mucho tiempo que era Danzing. Como «dancing», pero con Z. Seguro que no fui el único). Fue él quien reclutó al baterista Mr. Jim y al bajista Diane DiPazza. Esta última persona nunca se presentó a tocar, y Mr. Jim fue reemplazado poco después por Manny Martínez, mientras que el bajo sería ocupado por Jerry Only, quien en ese entonces era conocido como Jerry Caiafa pero, por un error al escribir su apellido en los créditos de su primer single (Cough/Cool), pidió en el futuro ser acreditado como «Jerry. Only Jerry» (solo Jerry), lo que lo llevó a tener el apodo con el que lo conocemos. En agosto de 1977 se les sumó el guitarrista Frank Licata (antes de eso tocaban sin guitarra, con Danzig en el piano) con el apodo Franché Coma, lo que le permitió a Danzig dejar el piano y centrarse en cantar, además de hacer que el grupo tomara una dirección musical hacia el punk. Con el tiempo, Danzig y Only empezaron a considerar a Martínez como poco confiable y lo sacaron del grupo para volver a contar con Mr. Jim. Cuestión que llegó Mercury Records, quienes quisieron usar el sello del grupo (Blank Records) como una de sus subsidiarias, y le ofrecieron a Danzig treinta horas de tiempo de estudio a cambio de los derechos del nombre. Aceptó, y en enero del 78 entraron a un estudio a grabar 17 canciones, de las cuales 14 estaban destinadas al que iba a ser el debut del grupo: «Static Age». El problema es que no encontraron ninguna disquera interesada en publicarlo, así que usaron cuatro de esas canciones para su single Bullet, el cual lanzaron desde su propio sello llamado Plan 9 Records.

Tras esas sesiones, el grupo se sometió a un cambio tanto en composición como en aspecto. En lo musical, las canciones comenzaron a tratar sobre películas de terror clase B y de ciencia ficción. En lo estilístico, los miembros empezaron a vestir ropa con motivos esqueléticos, a usar maquillaje oscuro y a peinarse con ese estilo en el que se los ve en la portada de este disco. Estilo que después sería llamado «Devilock». Todo esto daría nacimiento al género conocido como horror punk. Tras esto, se dedicaron a tocar más seguido y hasta se embarcaron en algunos tours como apoyo al mencionado sencillo Bullet. Llegó el punto en el que Coma dejó el grupo por no disfrutar de las giras, mientras que Mr. Jim hizo lo mismo pero por el motivo de que no le gustaba el giro que había tomado el grupo. Como solución, consiguieron al guitarrista Bobby Kaufhold (también conocido como Bobby Steele) y al baterista Joey Poole (conocido como Joey Image). Esta nueva alineación se volvió oficial en diciembre de 1978 y continuaron de gira en gira, incluso definiendo aún más su imagen con su nueva mascota, que no es otra que esa figura esquelética inspirada en un poster de la película The Crimson Ghost de 1946.

Mierda, esto se está haciendo muy largo. Mejor lo corto de alguna manera. Este… a ver. Para seguirme el ritmo, lean esto como si estuvieran escuchando a un relator de fútbol. En sus marcas, listos, ya: ¡Fueron ganando éxito y más éxito y se pusieron a grabar más canciones para el que iba a ser este debut. Querían lanzarlo a través de su sello Plan 9 pero terminaron aceptando una oferta de Slash Records, quienes los harían retrabajar el disco antes de su lanzamiento. Finalmente fue lanzado en 1982 por la mencionada disquera y GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL DE MISFITS. Ahora sí, ahora sí que consiguieron tener su propio disco larga duración. Esto es increíble. Es legendario. Esto va a pasar a los anales de la historia. Ahora pasemos a hablar de la banda.

Pero primero tengo que explicar lo que dije en el primer párrafo. ¿Cómo es posible que a una banda a la que disfruto tanto pero tanto no pueda ponerles más que un siete o un ocho a los dos únicos discos de estudio que conforman su mejor época? Simple, se trata de un problema estructural, no musical. Es decir, ¿recuerdan cuando en mi reseña al debut de The Stone Roses dije que aquél grupo tenía más relleno que grandes canciones en general, pero que sin embargo se las habían ingeniado para meter todos los clásicos posibles en ese disco? Con los Misfits es al revés. Tienen material suficiente para sacar un buen puñado de grandes discos, pero por algún motivo relegaron sus mejores canciones a singles o compilados, de modo que lo más flojo fue a parar a sus discos regulares de estudio. Quizás a muchos no les moleste tanto esto, pero yo soy una persona que juzga a las bandas y artistas por sus álbumes como conjunto, no por canciones sueltas, y por esto me da lástima el potencial desperdiciado en este debut y en el siguiente «Earth A.D./Wolfs Blood» (y aun así este segundo esfuerzo sería bastante superior). O sea, no tengo problema en comprar compilados de bandas. Tengo unos cuantos en general, pero a la hora de juzgar el nivel de un grupo no soy de tenerlos en cuenta. Y es por esto que, a pesar de que me encantan los Misfits, no puedo ni a punta de pistola ponerlos entre mis grupos más amados. Una pena.

Ya que quedaron claro mis sentimientos hacia este disco, voy a hablar de las canciones. Son todas perfectamente decentes, pero no tienen mucho para deleitarse en la memoria una vez que se terminan. Tomemos la introducción: 20 Eyes. Ese «Twenty eyes in my head» no es un mal gancho y el riffeo está bien, pero la forma en la que Danzig acelera los versos es estúpida, y a eso sumémosle los gritos que rematan cada línea. El uso de gritos es una típica de la banda, pero en pasadas canciones lo han hecho mejor, y en futuras canciones también lo harán mejor. Es un arranque decente, pero nada más que eso. Afortunadamente, el tema que sigue es el mejor del disco. Quizás conozcan I Turned Into a Martian por las versiones que hizo la banda mexicana Molotov. Sí, versiones en plural. Una más cumbiera y otra más punky. En cualquier caso, me quedo con la original. La guitarra y el ritmo son inclementes y acompañan de manera ideal a la de por sí excelente melodía. Mucho miedo no da, pero es muy pegadiza y está muy bien armada, y una buena composición importa más que la atmósfera. Me encanta. También me gusta mucho la siguiente All Hell Breaks Loose, que es arrolladora y logra transmitir cierta amenaza e indefensión. No, no es Black Sabbath ni Slint, pero funciona perfectamente decentemente, y por eso la rescato. Enseguida sigue otro clásico de muy buen nivel, Vampira, en el que también está muy bien logrado el ambiente de película de terror gracias al eco de la voz de Danzig y los agudos supersónicos de la guitarra. Casi casi digno de la Velvet Underground, salvando las distancias.

Desgraciadamente, los próximos temas no están al mismo nivel que esas tres canciones seguidas, y solo son escuchables y disfrutables por ser cortas, no por ser demasiado buenas que digamos. Puedo salvar algunas, como la versión en vivo de Mommy, Can I Go Out and Kill Tonight? que, a pesar de la risible vocalización y lo desarticulado de la performance instrumental (además de que les quedó pegada parte de una interpretación en vivo de London Dungeon al final. Podrían haberle puesto un poco más de ganas para editar el tema en el estudio), se nota que los riffs y las melodías son buenas. Pero me quedo con la aplastante versión de estudio. Otra que puedo destacar es Nike-A-Go-Go, que sigue la misma fórmula de riffeo pesado y coros al estilo de los Ramones en versión película de miedo clase B, pero lo hace bastante bien y la banda suena bastante conjuntada. Al menos hasta que Danzig berrea algunas partes de forma ridícula. Zafa. Por último destacaría a Astro Zombies porque la melodía vocal me queda bastante bastante grabada en el cerebelo, especialmente ese «All I wanted to sa-a-ay». Está buena y es divertida.

Ahora nos queda el resto del material, que está conformado por las típicas canciones que están bien mientras suenan, pero que después son imposibles de localizar en nuestro sentido de la memoria. Skulls, Hatebreeders y Violent World son mera fórmula. Lo que saldría si uno pone en un programa que genere música mediante inteligencia artificial «Canciones que suenen como los Misfits». De Night of the Living Dead solo puedo decir tiene un ritmo que suena como una reescritura muy pero muy inferior de su otro tema Where Eagles Dare, de Devil’s Whorehouse recuerdo nada más ese golpe de batería con pésima calidad de sonido, y del cierre Braineaters me quedo con lo graciosa e insustancial que es. Fin.

Dios, qué aburrido se me hizo hablar de este disco. No es que sea malo, pero es que es tan pero TAN genérico que, si no fuera porque escuché temas sueltos de la banda antes de ir a sus álbumes, nunca les hubiera dado pelota y los hubiera tratado con la misma fría indiferencia con la que los trató Cap’n Marvel (no Carol Denvers, sino el reseñista de internet). Afortunadamente, el grupo mejoraría bastante con su próximo lanzamiento. No para ponerlos entre mis favoritos, pero sí como para que me moleste en notar su existencia y permitirme disfrutarlos de vez en cuando. Con respecto al presente, le daría un seis por lo poco impresionante y aburrido que resulta pero, considerando que tiene un buen par de clásicos, que ningún tema llega a ofender y lo corto que es (24 minutos y medio), le subo un puntito. Igual, asegúrense de escuchar el «Legacy of Brutality» y los dos «Collection», que es donde se escucha realmente de qué está hecha esta banda.

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